miércoles, 21 de mayo de 2008

Centavo dos

Por flaco claret
ixmmm - iniciativa por un mundo màs mejor
(Enviado a FATINCA)
En un arranque de orgullo y bizarría, agarro la pala para plantar unpalo pal gallinero y fa, en los diez centímetros del buen suelo delfondo veo infinidá de bichos. pero sé que lo que veo es mínimo, haymucho más invisible, comiendosé unos a otros en círculo perfecto.tantos que lo que hay abajo de los yuyos es mucho más que lo que hayarriba: lombrices, catangos, bacterias y microbios pesan más que lasvacas, ovejas y demás seres humanos que puedan andar pisoteándolos.llevan ellos millones de años logrando ese trófico equilibrio.en mi religión poco sacralizamos y menos respetamos, pero a esa primerpalada cada día más la tratamos con cariño. porque en ese procesodigestivo, en que lo que muere vuelve a vivir, en ese polvo que fuimosy que seremos, nos parece -la tierra- un organismo vivo y no unrecurso de apropiación rentística como lo ven el gobierno y losproductores.ahicito nomás, desde la segunda palada hasta casi un metro está lagreda. esa puta arcilla expansiva que nos parte las casas mejor hechascuando hay una seca como ésta, carai.yendo más pabajo en el espacio, uno se va yendo patrás seneltiempo.porque luego viene la tosca, y más abajo larena y más abajo conchillay cada centímetro son miles de años de historia de la geografía, dela geología, de cuando esto era fondo del mar porque la probás y essalada y entre el concherío se peliaban los glitodontes. sí bolú, a míme sorprende más que el discóveri que a un metro veinte, un metrotreinta tenga ese documental de épocas de grandes incendios porque vesuna capita negra o enferrunjadas erucciones de vaya saber quédistantes volcanes porque hay una parte rojiza.pero no sigo, porque el poste es corto y el gayinero me va quedar tanpetizo que no van a entrar ni los yones. vuelvo pa arriba, al humus,ese puño de espesor, que cuando mi viejo vino a estas tierras aúntenía casi medio metro, y casi el doble en la zona del clé. las aradasconvencionales, la erosión eólica e hídrica ya dejaron muy poco. aúnasí, esos pijoteros centímetros son tan generosos que no otra materiaprima somos aún. no sólo los marginales, sino también los ciudadanos,aunque no lo sepan.porque ya van como tres generaciones que cuando les piden a losgurises que dibujen un poyo lo hacen al horno, porque nunca vieron unocon plumas y pico y creen que los choclos salen de las góndolas. yahora ya son padres que se alinean con cristina que no sabe que lasoja se banca el glifosato no porque sea un yuyo resistente, sinoporque pasó por los laboratorios de monsanto y confunde la siembra conla cosecha, o se alinean con los productores que no producen -nisaben, ni pueden, ni quieren- sino con la receta -y asociados ydependiendo- de las cinco o siete transnacionales del agronegocio.y entonces, esta urbana urbanidad ha hecho que los lomosapiens hanreducido sus saberes a los sabores del mercado, creen haber superadola naturaleza, independizándose del humus, no sólo dejando que lacuestión agraria la resuelvan otros, sino directamente ignorando todarelación entre su vida cotidiana y el ali-mento. no entra en suapretada agenda el qué, cómo y para quién se producen alimentos aunquelastren todo el día. menos aún les interesa saber quién los produce,bastándole el estereotipo de que son tipos dignos de condescendientelástima, casi analfabetos, que se levantan temprano, a los que no lesllega la posmodernidad y que deberían ganar más, siempre y cuando nosuba la carne o los tomates.no les impide ser re-ecologistas el ignorar que la mayoría de susproblemas de salud y buena parte de sus psicológicos tienen origen enel brutal pasaje de alimentos orgánicos a productos industriales, nosólo de ellos sino el terrible legado químico que le están dejando asus hijos en sus sistemas endocrinos y neuronales por estar-inocentemente- en la cúspide de una cadena trófica que en los últimoscincuenta años transformó radicalmente el proceso que logró unprecario equilibrio luego de decenas de miles de años.me se enreda un poco el texto, pero vengo por este sendero porque estapelea que hoy divide a la argentina me es ajena porque no le entra alhueso, y éste no aparecerá hasta que el conjunto de los cada unoentienda que la cuestión agraria es demasiado de cada uno y de todospara dejarlo en manos de estos dos actores. ni siquiera si seincorporaran los otros dos, ocultos en esta mediática confrontación:las doscientas mil familias de campesinos que no producen comodities,por lo que no les joden las retenciones y los verdaderos responsablesde la política agraria: las grandes transnacionales de la alimentacióny el agro negocio, las que forman los agrónomos que asesoran algobierno y que le enseñaron a trabajar a los deangeli.los funcionarios y los productores hablan de que estamos frente a lamejor oportunidad de los últimos cien años. y se refieren a que laburbuja financiera que maneja el planeta nos permite acelerar hasta elcolapso.y probablemente ganen, porque lo único que podría frenarlos sería queel conjunto de los cada uno comprendiera que ese colapso en los montesy los ríos, las tierras y las montañas, pero también en nuestrosestógamos está a la vuelta de la esquina: una década, dos...y no sólo los partidos contratan agencias que reúnen lo mejor de laguerra psicológica para llegar al gobierno estupidizando a losvotantes, también las entidades agrarias acaban de hacer lo mismo,(contrataron una consultora francesa, especialista en márqueting dehuelgas, que le indica a qué hora hacer qué acto, qué decir, cómodecirlo) mientras los verdaderos responsables ya tienen todos loscanales, todos los diarios, todas las radios. mi librito de cabecera,el que daforma los sueños de los argentinos, el de megatone mesorprendió este mes con tres ediciones, de distribución forzada, conuna tirada de ocho millones de ejemplares. la verdadera feria dellibro ¿no?.así que soy un poco pesimista a la hora de ver qué oportunidad va atriunfar en esta hora de zozobra. creo que la de ellos, la de losproductores y el gobierno, la de monsanto, cargill y lever.no la otra, la oportunidad frente a esta crisis de que todosentendieran que la cuestión agraria es "la" cuestión de todos. laoportunidad en que los alimentos dejaran de ser comodities para pasara ser un derecho social y -por tanto- exigir al estado políticasactivas para su garantía.y que la agricultura, la ganadería, la pesca y el comercio (y laspolíticas fiscales y hasta la propiedad privada) debieran estarlesubordinadas.porque, de hecho, las políticas de salud o de educación, aunque tienenmucho mejor prensa, tendrían mucho que tributar a una alimentaciónsana, abundante, variada, más que preventiva, que sólo una sociedadcruel y pelotudizada sigue negando a los cachorros humanos. y no hablosólo de los pobres sino de todos.pero para ello habría que querer más a nuestros molestos yprotodelincuenciales niños que a las cuatro por cuatro, los dividís ylos celulares. y mirar un cacho más lo que comemos en vez de culos yfóbal. y eso no parece estar a la vuelta de la esquina.pero de tan pesimista que soy, soy optimista; como creo que lacatástrofe está a dos cuadras y la regresión viene de nalga, prontoalgunos lomosapien empezarán a volver a los árboles. así que, ni bientermine el gallinero, acá está mi pala pa cavar la trinchera.porque éstos, no van a aflojar por las buenas ni un tranco e´poyo ylos sobrevivientes vamos a precisar, antes que las envenenen del todo,las tierras que estaban antes, cuando su dueño era el sol, para queestén después, devolviendo el ciento por uno, sin retención paraninguno.ta bueno el frente campesino-indígena que se está embrionando, porqueen su pasado está la artillería de la futura civilización. en suorgánica y sus saberes. pero no alcanza si no podemos construir unavanguardia para pelear el imaginario, el territorio de los miedos ylos deseos hoy en manos de los publicistas y los sociólogos a sueldo.a inventar, que se acaba el mundo, otra cultura, otro cultivo.endemientras, a cuidar la semilla, que ái está el huevo y no lo pise.

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